Manifestaciones físicas de la pena por duelo oportuna, puede colapsar y requerir ser internado de urgencia en un hospital. Para evitar el colapso, es importante que quienes han perdido a un ser amado se mantengan rodeados de familiares y amigos cercanos, que los cuiden y acompañen.
Es fundamental que los animen a alimentarse bien, a distraerse un poco a pesar del dolor que causa la muerte. Para lograrlo, pueden simplemente salir a caminar, conversar al aire libre, comer juntos su plato preferido.
Distraerse es fundamental para no quedarse anclados en momentos tristes previos a la muerte o relacionados con el funeral. Son momentos inevitables, aunque cada persona elige si asiste a todos los compromisos que involucra el deceso de una persona o selecciona en cuáles desea estar presente.
El temor a la muerte no tratado puede transformarse en fobia al hecho propiamente o a todo lo relacionado con ella, como una funeraria, el cementerio, la vestimenta oscura, las flores, ataúdes, entre otros.
Cuando la ansiedad, el temor o la tristeza no se disipan en un período de seis meses en promedio, es necesario buscar ayuda de un profesional para evitar alteraciones físicas.