Especialistas de la psicología recomiendan decidir qué se hará con las cenizas del fallecido antes de que llegue el momento de la cremación. La razón es evitar complicaciones psicológicas y otros trastornos en los familiares, pues en ocasiones pueden querer conservarlas en el hogar y llevarlas a todos lados como una joya.

Al respecto es importante señalar que, a pesar de que las cenizas de un fallecido son algo importante, desde 2016 quedó prohibido en la fe católica tenerlas almacenadas en casa como un objeto de recuerdo o esparcirlas, según un documento emitido por el Vaticano.

Por otro lado, los psicólogos señalan que mantener las cenizas en el hogar puede impedir una recuperación exitosa de la muerte de un familiar o alargar el proceso del duelo. Esto debido a que los familiares pueden aferrarse a los restos de la persona muerta, lo cual es parte de la negación de su partida.

De allí el consejo de decidir qué hacer con las cenizas antes de que llegue el momento final. Existen casos delicados en los que un doliente conserva las cenizas en un contenedor o cofre que lleva incluso a la mesa mientras toma sus alimentos o a la sala mientras mira la televisión. Una situación que no es saludable desde el punto de vista emocional.

El apego a los restos mortales de un familiar impide decir adiós y continuar con la vida mediante la adaptación a la nueva realidad sin esa persona querida o especial.

Sobre esparcir las cenizas, desde hace un tiempo se analiza el hecho de si son contaminantes al ambiente o no. Al respecto, es importante mencionar que si se lanzan al mar o a la tierra pueden cambiar el pH del entorno y causar la muerte de algunos animales. Además, si en la cenizas hay algún elemento contaminante como el mercurio las consecuencias pueden ser considerables. En contraste, las emisiones de CO2 por la incineración son menores a las de un auto y en algunos países ya existen ataúdes biodegradables. En todo caso, es importante recordar la prohibición del Vaticano sobre esparcir o conservar en casa las cenizas del fallecido y buscar alternativas antes de que ocurra la muerte.